Déjame estar...,
no laves tu cara para mi.
Deja que beba de tus lágrimas.
No pongas candados en el viento de mis alas...,
y en el tacto de mis manos, no afiles tu navaja.
Déjame escuchar cada grito, levantarte en cada paso,
aunque cada grito duela y en cada paso caiga.
Déjame pasar...,
entrar hasta tu vida,
mirarte por dentro,
y cerrar esa ventana...
Abrirlas..., déjame luego abrirlas contigo,
ser tu voz cuando callas y tu vida cuando mueras.
Déjame ser...,
tu faro en la noche y tu puerta en el día.
http://www.youtube.com/watch?v=CKzGZbFtym4
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