A lo largo de la historia medieval aragonesa, una de sus principales ciudades
fue Daroca, gobernada
durante siglos por los musulmanes.
Entre los
restos perdidos de esta bonita villa medieval, se encontraba el castillo donde se desarrolló el episodio de la
Morica encantada:
Se cuenta que el rey moro Aben Gama, hizo traer de Arabia a la bellísima
Melilah, para casarse con ella, e incluso le construyó un fastuoso palacio. Pese
a ello, la mujer nunca estuvo enamorada de su marido. Mientras tanto, el rey
proseguía sus enfrentamientos con los cristianos, y en uno de estos altercados,
capturó al caballero cristiano Jaime Díez de Aux, al que decidió que sería
ejecutado.
Sin embargo, en poco tiempo Melilah se enamoró del caballero y llegó a
proponerle ayuda para escapar, siempre y cuando se casara después con ella.
Evidentemente, Jaime Díez aceptó. De esta manera, estando sitiada Daroca, la
mora liberó al caballero, pero en la huída fue prendida por su marido, el cual,
ordenó matarla tirándola al pozo.
De ahí, que se crea que todavía todas las noches Melilah recorre el pasillo subterráneo que une los restos del castillo con
ese pozo. Se dice que la Morica encantada vestida de blanco y con una luz busca cada noche por las murallas a su amado para que la libere del encanto.
Tus calles he usado nadando entre castillos, paseando entre los cuentos de la historia...
Qué batallas, princesas y reyes he visto pisando el suelo tuyo.
¡Qué regalos recogí imaginándote Daroca¡
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